A veces solo estás tú y comes en la mesa de centro del salón y con una serie de fondo. A veces vienen dos o tres amigos y necesitas usar “la mesa de comer”. Otras veces, se alinean los planetas y consigues reunir a todo el grupo. Ahí es cuando la cosa se pone seria y hay que usar la mesa en toda su extensión.

Pelícano tiene esta capacidad de adaptación. Tanto si solo eres tú para comer o simplemente quieres apoyar el portátil para hacer una gestión de última hora, podrás tenerla plegada. Si viene más gente, podrás abrir un ala o dos y dar cabida a todos.

Y esas patas de madera en lacado negro, que sustentan las alas cual pelícano en vuelo. ¿Sabías que este ave usa sus fuertes patas negras para caminar sobre diferentes superficies?

Tienen los dedos unidos a una membrana interdigital, como ese travesaño en las patas de Pelícano, que le proporciona estabilidad y tracción; y que dicho sea de paso, es ideal para apoyar las piernas.

Como este ave, la mesa Pelícano es símbolo de adaptabilidad, dinamismo y envergadura, esto último solo cuando lo necesites.