Seamos honestos: a todos nos gusta hacer actividades en las mesas de comedor.

Porque nos proporcionan amplitud para el despliegue de materiales. Porque nos dan momentos que compartir con la familia. Pero luego nos da pereza recoger todo.

Imagina una mesa en la que no tuvieras que recoger si realmente no quisieras. Imagina una mesa con tal amplitud que pudieras comer o cenar, y proseguir con la actividad poco después.

Bengala es esa mesa. Sus medidas te dan la garantía de poder estar trabajando en un lado y comiendo en otro.

Completamente de madera maciza de pino, tanto el tablero como las patas.

Y como los colores de un tigre de Bengala, la puedes tener en madera natural con las patas en amarillo, o totalmente negra.

En ambas opciones podrás recrearte con las vetas de la madera. Como ya sabes, los tintes que respetan las texturas originales son marca de la casa.