Al contrario de lo que piensa mucha gente, el ágata es una piedra semipreciosa. Se forma en las rocas volcánicas, como resultado de la caída lenta de minerales disueltos en agua. Igual que la fabricación de Ágata: lenta, minuciosa, cuidada.

Y es que Ágata es una vitrina particular. Sus puertas de cristal le confieren una apariencia inusual, casi invisible, que le da un aspecto etéreo, delicado y puro.

Disfruta de su diseño honesto, pensado y valorado; y protege y resalta tus objetos más inusuales, curiosos y atípicos.

Discos que ya no se encuentran. Libros que solo tú conoces su valor. Esa figurita que aunque esté medio rota, no puedes tirar.

La madera maciza y el cristal protegen tus objetos del polvo y el tiempo, así como el ágata se cree que posee energías de protección, equilibrio y armonía.

Equilibrio y armonía que le brindan el cristal y el fondo en acabado natural dejando ver los nudos de la madera.

Abre sus puertas. Pon la figurita entre tus manos, cierra los ojos y piensa por un momento en volver a aquel lugar.

Ágata es el refugio más bello para guardar tus recuerdos y anhelos más profundos.

Déjate llevar.